Predicaciones de Esteban Vergara (Página 3)

Reunidos, ¿para qué?

Cuando construimos la iglesia día a día, nos apoyamos, nos edificamos, nos animamos, bendecimos e instruimos y nos alistamos para cumplir la misión que Cristo nos ha mandado. Para hablar de aquel que es lo primero en nuestra vida. De aquel que lo ha transformado todo en nuestra vida. Para anunciar las maravillas, para ir…

¡Huíd, Cobardes!

Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.