Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Mateo 11:29
Predicaciones de Humildad
7 Y Jesús le dijo*: Yo iré y lo sanaré. 8 Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano. 9 Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a este: «Ve», y va; y al otro: «Ven», y viene; y a…
¿Necesitas que venga Él y te lo cuente? Ya lo ha hecho ¿Crees?
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote hijo de Simón que lo entregara, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios y a Dios iba, se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido.
Mansedumbre, ¿ira controlada?, fruto del espíritu.
Unos sabios vinieron de oriente para adorar a Jesús. De estos personajes podemos aprender muchas cosas, especialmente, vemos que sus vidas tenían un propósito. No te conformes con una vida plana y monótona. Tu vida está para adorar a Dios, si te sometes a Dios, Dios hará cosas que ni sospechas…
Si mi “musa” es Jesús, mi forma de actuar es diferente
He escuchado tu corazón…