Navidad: Segundas Oportunidades

Resumen

El Salmo 86:15 lo dice bien: «Pero tú, oh Señor, eres un Dios misericordioso y misericordioso, lento para enojarte y abundante en amor y fidelidad constantes».

Miqueas 7:18 dice: «¿Quién es un Dios como tú, perdonando la iniquidad y pasando por alto la transgresión por el remanente de su herencia? Él no retiene su ira para siempre, porque se deleita en el amor constante».