Datos a tener en cuenta

Puedes oír los sermones de los últimos 5 años y aquellos que vayamos migrando de los años anteriores.

Para encontrar una o un grupo de predicaciones puedes buscarlas por algún tema que te interese en particular, por predicador o serie de predicaciones. También puedes usar la búsqueda por fechas.

Cada predicación viene acompañada de diapositivas. Además, algunas de ellas con una guía de estudio. Esta guía permite trabajar el tema de manera personal o en un grupo.

A partir de Marzo de 2020, debido a la suspensión de actividades presenciales, se incluye el vídeo del culto dominical, el sermón grabado en mp3 y las diapositivas y la hoja de estudio.

También puedes encontrar los sermones en Spotify:


 

Organizando tu futuro: ¿con o sin Dios?

Empezamos el año 2011 con muchos planes o muy poquitos. Santiago nos recuerda que nuestra vida es un soplo, una vida frágil que se puede desvanecer en cualquier momento, y nos recuerda el error de organizarse en la soberbia y el egoísmo.
No tiene sentido organizar tu vida sin Dios, porque ¿quién de nosotros conoce o gobierna el futuro?

Navidad es dádiva

Navidad es dádiva. Es un regalo de Dios para ablandar nuestros corazones y llegar a nosotros ¡No renuncies al regalo de Dios!

Hacer acepción de personas

Hacer diferencias en nuestro trato a las personas porque tengan o no tenga dinero, o por cuestiones como raza, origen, estatus social… es pecado.
Dios no valora ese tipo de cosas y no le gusta que nosotros tratemos mejor al rico que al pobre.

Hacer lo que dice Jesús y no sólo oírlo

Santiago es claro: si oyes lo que dice Jesús (la Biblia) pero luego no lo haces, tu religión está vacía. Esa religión no es nada. Da igual lo religioso o santo que te creas.
Si Jesús dice que no mientas, no mientas (y así con todo…)
¡Jesús libera y hace feliz! ¡No te limites a oírle! ¡Hazle caso!

Alegría en medio de los problemas

Santiago nos propone estar gozosos (alegres) cuando tengamos problemas o pruebas. ¿Cómo es esto posible?
Las pruebas son cosas desagradables, pero Dios las utiliza para perfeccionarnos de cara a los planes que tiene con nosotros. Como un lápiz, que está diseñado para escribir, pero necesita pasar por el desagradable sacapuntas antes de ser un lápiz afilado y dispuesto para el uso.

Siervos, esclavos de Jesucristo

Santiago se presenta a sí mismo como siervo de Jesucristo.
Y esto de ser siervo significa ser esclavo. Jesús nos compró por un precio, y con ello hemos pasado a ser suyos, con la relación de servidumbre de un amo que compra un esclavo.
La diferencia es que este amo nos ama y nos compra para liberarnos, y su yugo es fácil, y su carga ligera.
Si es con estas condiciones… ¡está bien ser un esclavo!

Sostener misiones

Pablo habla del dinero y de su trabajo misionero mantenido gracias al dinero que le enviaba cierta iglesia.
Nosotros hemos recibido el trabajo gratuito de misioneros mantenidos económicamente por otros. ¿No estaremos en el momento de dar como hemos recibido? Y tenemos con nosotros a la familia Demai, es una oportunidad excelente.

Misiones: apoyando a Visión Norte

Todos estamos llamados a extender el Reino de Dios con nuestras vidas, y algunas personas como misioneros. Los Demai, con familias (cada uno según Dios le llama).
Pero no trabajan solos, son parte de nosotros y nosotros de ellos, y así tenemos la oportunidad en invertir para la vida eterna, en cosas que no caducan… con ORACIÓN, DINERO, o ESTÍMULO, toda nuestra ayuda es necesaria para Visión Norte y la familia Demai.

La vocación de Eliseo

Elías encuentra a Eliseo, a quien Dios ha nombrado como profeta para sucederle.
Eliseo era joven y tenía dinero. Pero al recibir la llamada de Dios abandona su vida y se hace siervo del profeta Elías. No como amargado por lo que deja atrás, sino alegre y haciendo una fiesta. ¿Y nosotros…? ¿Seguimos a Dios… con alegría?

Elías en un momento bajo

Elías fue un hombre como nosotros, que sufrió dificultades, tentaciones, miedo y desesperación, y en este momento de su vida lo encontramos deseando la muerte.
Elías no le esconde a Dios su dolor, y Dios le trata bien.
Dios no esconde su terrible poder, pero se muestra suave, apacible y delicado.
¡No temas acudir a Dios, que también sabe ser tierno!