Datos a tener en cuenta

Puedes oír los sermones de los últimos 5 años y aquellos que vayamos migrando de los años anteriores.

Para encontrar una o un grupo de predicaciones puedes buscarlas por algún tema que te interese en particular, por predicador o serie de predicaciones. También puedes usar la búsqueda por fechas.

Cada predicación viene acompañada de diapositivas. Además, algunas de ellas con una guía de estudio. Esta guía permite trabajar el tema de manera personal o en un grupo.

A partir de Marzo de 2020, debido a la suspensión de actividades presenciales, se incluye el vídeo del culto dominical, el sermón grabado en mp3 y las diapositivas y la hoja de estudio.

También puedes encontrar los sermones en Spotify:


 

El ayuno

Entre el pueblo de Dios muchas personas ayunaron, Jesús ayunaba, los apóstoles ayunaban. Quizá hay bendición, cercanía y voz de Dios que nos estamos perdiendo por no ayunar.

El muchacho lunático

Los discípulos habían hecho ya muchos milagros, pero aquí se enfrentan a un caso que no puden resolver, ¿por qué? ¿quizá intentamos encasillar a Dios con rituales y sortilegios?
Nos falta intimidad con Dios

Arrepentirse y convertirse

Este fin de semana varias personas se bautizan, como muestra externa de algo que ha pasado en su interior: que se han convertido. Es decir, que se arrepienten de sus pecados (cualquier clase de mal) y en adelante se comprometen a seguir a Jesús

Habacuc y la prosperidad

En un contexto muy duro y con perspectivas de futuro mucho peores, Habacuc lanza un grito desgarrado a Dios: ¿No ves el mal? ¿no vas a castigar al malo? ¿es que no vas a intervenir?
Quizá Habacuc fue descarado ante Dios, pero tras el grito desgarrado brotó una alegre canción.
Y hoy… ¿vas a girarte a Dios? El justo vivirá por la fe.

Los cristianos nos ahorcamos

No es lo mismo lamentarse de lo que hacemos mal, que arrepentirnos de ello (¡¡y cambiar!!), por eso a veces los cristianos vivimos lamentándonos, ahorcándonos como Judas, y sin vivir la vida abundante de Dios. ¡Dios quiere bendición para nosotros!

Señor dame

“¡¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!!”

El endereza tus veredas

Como adultos, al hacernos más mayores, generalmente nos hacemos más sabios. Cometemos menos errores, somos menos impetuosos, tendemos a ser más sensatos. Aprendemos que la vida no es justa, que uno puede hacerlo todo bien y aún así las cosas pueden salir mal.