Una Iglesia Emocionalmente Sana

Resumen

—¡He pecado! —admitió Saúl—. He quebrantado el mandato del Señor y tus instrucciones. Los soldados me intimidaron y les hice caso. 25 Pero te ruego que per-dones mi pecado, y que regreses conmigo para adorar al Señor.
1 Sam. 15:24-25

30 —¡He pecado! —respondió Saúl—. Pero te pido que por ahora me sigas reconociendo ante los ancianos de mi pueblo y ante todo Israel. Regresa conmigo para adorar al Señor tu Dios. 1 Samuel 15:30