La humildad

Resumen

Jesús fue humilde, pero no perdió su dignidad ni dejó de ser quien era. Así nosotros hemos de imitarle y tratar a los demás sin considerarnos superiores, sirviendo y honrando al prójimo, pero sin renunciar a lo que somos, sin decir que \»sí\» a todo, sin renunciar a nuestra dignidad. Todos somos imagen de Dios.